El sicario Leonard Kastner acepta cometer un aborrecible crimen por una  suma astronómica de dinero: matar al bebé heredero al reino europeo de  Lubinia. Justo cuanto está a punto de llevar a cabo la atroz misión, la  pequeña despierta y le sonríe. Tras perder el corazón por la diminuta  Alan Stindal, Leonard se la lleva de su tierra natal para ponerla a  salvo en Inglaterra, donde oculta su verdadera identidad y le da una  educación digna de una reina.
Dieciocho años más tarde, cuando el rey de Lubinia se enfrenta a una  revuelta a causa de que no ha podido engendrar otro heredero, Leonard  sabe que debe llevar a Alana a su hogar para impedir una guerra civil.  Pero en el palacio de Lubinia nadie cree que ella sea la princesa  desaparecida.
Christoph Becker, capitán de la guardia real, arresta a Alana porque  sospecha que es una impostora y una seductora asesina. Cuando el rey  reconoce a Alana como su hija perdida, lleno de orgullo da su mano en  matrimonio al único hombre al que cree capaz de protegerla y eliminar a  todos aquellos que están empeñados en destruir su dinastía: Christoph  Becker.
















