Aunque
la bella y joven viuda Phoebe, Lady Clare, nunca ha conocido a West Ravenel,
ella sabe una cosa con certeza: es un malvado malvado y malvado.
Durante su niñez él hizo que la vida de su difunto esposo fuera una
miseria, y ella nunca lo perdonará. Pero cuando Phoebe asiste a una boda
familiar, se encuentra con un extraño e increíblemente encantador desconocido que le genera una sacudida de fuego y hielo. Y luego se
presenta ... como nada menos que West Ravenel.
Ayer terminé de leer la 5ta novela de la serie
Ravenel (en inglés, porque en español no la pude encontrar) y debo decirles que
me encantó. Me encantó en todos los sentidos. Y me encantó por dos motivos muy
diferentes.
Primero porque tengo un cariño muy especial a la
protagonista, ¿por qué? Por el simple hecho de ser la hija de Sebastian y Evie
(“El Diablo en Invierno” de la Serie Wallflowers).
Y es que todo se remonta a Derek Craven (“Soñando Contigo” de la Serie Jugadores) porque yo AMO a Derek Craven y cualquier
conexión con él me hacía sentir punzadas de emoción. Y pues Ivo Jenner (papá de
Evie) era el Malote en la vida de Derek.
Después, cuando llegó la serie “Wallflowers”
esperaba una historia justa para Evie, que de algún modo compensara lo mal que
le había ido a Ivo Jenner.
Y aún así no me esperaba que Evie fuera a pescar
a St. Vincent (en ese entonces vizconde, porque ahora en la serie Ravenel ya a
heredado el ducado de su padre y aparece como Kingston) que era un vividor,
muuuuuuy guapo, perfecto físicamente, pero un descarado interesado y
superficial. Pero la autora supo hacer justicia a ambos personajes y la
historia de Evie y Sebastian es mi favorita de la serie “Wallflowers”.
Llegue a imaginarme después que Lisa algún día
escribiría la historia de los hijos de Marcus y Lillian (“Sucedió en Otoño” de
la Serie Wallflowers) porque Marcus y Lillian siempre tuvieron demasiado
protagonismo en su propia serie y en las cortas apariciones en otras series. Y
eso no me gustaba porque mi personaje favorito era Evie y yo quería que ella
tuviera más fuerza en la serie. Pero cuando llegó el libro 3 de la Serie Ravenel,
donde Pandora se casa con el hijo de Sebastian y Evie casi me voy de espaldas.
No lo podía creer y estaba tan emocionada que leí esa novela en dos días.
Obviamente cuando me enteré que qué Phoebe
también tendría su historia con un Ravenel yo ya lloraba de emoción y ansiedad
esperando la novela.
Me encantaba poder saber que fue del matrimonio
de Evie y Sebastian. Como habían vivido su matrimonio, los hijos que habían
tenido, hasta el hecho de que ya tuvieran nietos, que había sido del club, que
aún hubiera pasión entre ellos, que Sebastian siguiera siendo el hombre que me
enamoró, los momentos en que guiaron a sus hijos. La ternura de su interacción
con sus nietos. Todo fue maravilloso en ese aspecto.
Pero bueno, “La hija del Diablo” y sus
protagonistas principales (West y Phoebe) también tienen su propio mérito. Ese
es el segundo motivo por el que me encantó la novela. La trama y la historia
está muy bien desarrollada. Por qué la historia es muuuy buena. Llena de pasión
y ternura. Me han enamorado los niños, Justin y Stephen, hijos del primer
matrimonio de Phoebe. Sus apariciones han sido de lo más tiernas. Si ya amaba
el personaje de West, lo amo más después de ver cómo se comportó con los niños.
Y la lucha interna de West, por resistirse a
Phoebe, porque siente no merecerla, es tan... tierno, pero además de la ternura
que me ha causado también existe tensión sexual entre ellos y se vuelve un
factor importante. La escenas sexuales de Lisa Kleypas son extendidas, fieles a
su estilo.
Por otro lado, Henry, el difunto esposo de
Phoebe no se vuelve una carga en la historia. De hecho Lisa logra hacer que
también aprecies a Henry y entiendas por qué Phoebe lo amó. Hubo momentos en
los que incluso solté unas lágrimas, un momento en específico que tiene que ver
con un libro que West robó a Henry cuando eran niños e iban al internado juntos.
El hecho de que West haya sido malvado con Henry
durante su infancia es uno de los principales motivos por los que Phoebe le
tiene chirria a West al inicio de la novela.
Pero pronto eso deja de importar.
Sebastian, funge un poco de cupido en la
historia, les da a West y Phoebe sus empujoncitos para alentarlos a estar
juntos. Es muy divertido.
Igual que las escenas con los niños. Como les
decía, los hijos de Phoebe tienen muchas apariciones en la novela y hacen sus
travesuras, sus comentarios inocentes, ¡me encantan!
Lo único que me ha faltado en esta historia es
que tuviera más páginas. Se me ha ido como agua. Y me ha faltado un epílogo.
Pero por lo demás, perfecta.
Por lo pronto pueden irse refrescando la memoria
leyendo la Serie Jugadores, o la Serie Wallflowers, o los libros anteriores de
la Serie Ravenel.
Recuerden que pueden encontrar esas novelas en
los links que aún están activos en este blog, o en la página que les
proporcione:
Se que es algo complicado descargar desde la página.
Pero allí hay un pequeño tutorial con instrucciones para realizar la descarga.
Saludos a todos!