Hubo un tiempo en que el nombre de Abrielle estaba en boca de todo noble soltero de Londres, una orgullosa y excepcional dama codiciada por su porte, su abolengo, su inteligencia y su belleza. Pero cuando a su padrastro, respetado por su coraje y valor durante las Cruzadas, le es negado el título que le corresponde por derecho y la riqueza que lo acompaña, Abrielle se ve de pronto deshonrada, no siendo ya un partido apropiado para ningún caballero que se precie. Tan solo hay uno que la aceptará, aunque es el placer físico todo cuanto desea: el lerdo y grotesco Desmond de Marlé. Su sombría y escandalosa reputación es legendaria, y Abrielle ha escuchado rumores de que sus dos anteriores esposas perecieron a manos suyas.
Pero no hay nadie más que pueda rescatar el honor de su familia y evitar que su padre sea conducido a la prisión de deudores, de modo que no le queda más opción que aceptar la cruel y odiosa oferta de de Marlé y sacrificar su virtud en favor de un granuja al que teme y detesta... aun cuando anhele otro amante.
Elegante, apuesto, alto y amable, un escocés de cabello negro como el ala de un cuervo y con vívidos ojos azules, Raven Seabern es un emisario de su rey, y un hombre muy diferente a cuantos Abrielle ha conocido. Ese hombre la fascina y hechiza desde el mismo instante en que sus ojos se cruzaron. Pero su amor jamás podrá ser, pues Abrielle está prometida a un monstruo. Y el bienestar de todos aquellos a quien aprecia exige que haga honor a su promesa.
Con todo, la pasión que aquella noche prendió no podrá ser extinguida. Raven sabe que ha hallado a su verdadero amor y que no debe dejarla ir, a pesar de que secretos, engaños, deshonor e inimaginables peligros a buen seguro compondrán su destino si siguen los dictados de sus corazones.
1 comentarios:
Me encanta este blog. Lo adoro.
Publicar un comentario